viernes, 6 de septiembre de 2013

Leyendas sobre el Origen de la Quinua

Cuenta una leyenda inca que un zorro volvía del cielo con la panza llena y el corazón contento. Los loros, envidiosos de verlo tan feliz, picotearon la cuerda por la que descendía de las alturas provocando que cayera sobre los picos de la Cordillera de los Andes. El zorro al chocar contra los cerros reventó como un tonel y por el cuerpo se desparramó -por todo el altiplano- la quinua que les había robado a las deidades celestiales. Fue así que la comida de los dioses fue sembrada en el mundo.
 
Entre los aimaras también circulan leyendas y dicen que ellos pueden conversar con las estrellas. Veamos por qué. En tiempos muy lejanos, en las cercanías del lago Titicaca, se supo de alguien que por las noches robaba las papas que comenzaban a crecer en las chacras. Un joven vigilante se quedó agazapado entre las sombras esperando ver al ladrón; casi al amanecer descubrió a varias campesinas merodeando entre el sembrío pero solo pudo atrapar a una de ellas. No por mucho tiempo, sin embargo. pues ni bien hubo aclarado el día la chica se convirtió en ave y se fue volando al cielo, hasta alcanzar a sus compañeras que eran las estrellas. El vigilante, admirado por su belleza, buscó a un cóndor para que lo llevara hacia las estrellas. Fue así que la jovencita vivió con el vigilante durante mucho tiempo alimentándolo con quinua. Cuando él quiso regresar a ver a sus padres, la estrella le dio quinua, desconocida en la tierra. Desde entonces se siembra quinua para que les sirva de alimento a los aimaras.
 
 
Fuente: Quinua Perú. Autor: Obra creada por encargo de Edelnor S.A.A. a Antonio Brack Egg y Teresina Muñoz-Nájar Rojas. Primera Edición 2013